En este artículo titulado “La Bestia”, Manuel analiza las dos partes de Méjico, en sus propias palabras: “el culto, rico y sensible, y el brutal, violento y encanallado.” Escribe sobre una fiesta literaria a la que asistió, en la que muchos de los participantes lo único que buscan es reconocimiento y “pavonearse” delante de otras personas del gremio, mientras a escasos kilómetros de distancia hay gente que se juega la vida todos los días en busca de un futuro mejor para ellos y sobre todo para sus hijos, cruzando la frontera a Estados Unidos y arriesgándose a caer en manos de criminales.
Pues bien, este fenómeno sobre el que opina Vicent, me parece que está bastante arraigado en muchos ámbitos de la sociedad, el “mirar para otro lado”, que diríamos la gente de a pie, el no ayudar cuando se necesita es algo que me saca de mis casillas.
En China, por ejemplo, el gobierno no se ocupa de sus ciudadanos, así que sus ciudadanos tampoco lo hacen entre ellos, y ya es bastante habitual el ver imágenes en las que una persona ha tenido un accidente y los propios habitantes Chinos no se paran a socorrer, ni si quiera a preguntar qué tal está.
Pero voy más lejos, se me hace difícil comprender cómo en pleno siglo XXI puede haber tanta pobreza (África) y tanta riqueza (Europa) a escasos kilómetros. Parece que sí, que todos sentimos mucho lo que pasa allí y nos da mucha pena, pero, a la hora de la verdad, preferimos seguir conduciendo nuestro coche, pasar unas vacaciones idílicas e ir a restaurantes de 50 euros el cubierto. Total, ya ayudarán otros, yo aquí estoy muy agustito.
David Soriano
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