viernes, 27 de enero de 2012

Comunicación política

DAVID SORIANO SANZ                     

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El pasado 18 de enero en el edificio de atzavares –cuna del periodismo en la umh- tuvieron lugar unas jornadas de empleo de periodismo, con la intervención de diversos profesionales de los distintos campos del periodismo dirigidas a los alumnos de dicha carrera. La especialización, el no tener miedo del mercado laboral y el ser valiente y emprendedor fueron las consignas más repetidas por los conferenciantes

María Fernández, directora de comunicación del grupo Idex insistió mucho en el importante papel que pueden desarrollar los periodistas fuera de los medios tradicionales de comunicación, como por ejemplo en gabinetes de prensa de políticos

Desde los principios mismos de la radio y la televisión, y mucho antes, durante la época que reinaban los diarios, los Partidos Políticos se esforzaron por ocupar lugares destacados en los medios masivos, con el fin de manifestar su ideología para ganar adeptos.

Los Gabinetes de Prensa de los partidos políticos nacen durante la transición política en España y su función ha sido crucial para la organización y centralización de los mensajes institucionales de cada formación política

En la mayoría de los casos, al frente de estos gabinetes se encuentran personas de confianza del partido, aunque en el gabinete existan más profesionales de la información sin ningún tipo de afiliación política. 

Para Concha Mateos Martín, doctoranda en Ciencias de la Información - Universidad de La Laguna (Tenerife, España) - y experta universitaria en gestión y comunicación política (UCM) las razones para crear gabinetes de prensa de políticos son :

1.  Hay que estar en los medios. 
2.  Cada vez hay más personas o entidades que quieren estar en los medios y el filtro  (la competencia) se hace más difícil. 
3.  Y es necesario mantener un ritmo constante de innovación y adaptación de la  organización al entorno histórico presente.


 Otro aspecto importante será que el contenido del mensaje o anuncio deberá ser valioso y "rico" en contenido para que pueda ser aceptado y valorado por el receptor del mismo, para que esto suceda el mensaje deberá contener información relevante como por ejemplo: los diferentes aspectos positivos, fortalezas o ventajas que posee el partido, candidato o  programa electoral para incitar al público espectador a tomar una actitud activa de acción, motivándolos y entusiasmándolos a través de sus políticas. 

domingo, 8 de enero de 2012

Fe de errores


1) Ficha técnica del libro

Nombre: FE de ERRORES
Autor: Albert Montagut
Editorial: Temas de hoy
Primera edición: Enero de 2009
Género: Biografía
Nº de páginas: 478
ISBN: 978-84-8460-763-2

2) Argumento y (22) citas interesantes

1. “El gran defecto del periodismo es que muchos profesionales, por las razones que sean, no pueden practicar el reporterismo. Los medios lo han olvidado. Hay poca inversión en corresponsalías, enviados especiales, la idea del reportaje y el tipo de vida que requiere el periodismo se han ido desvaneciendo, y eso ha empobrecido las cabeceras y desmoralizado a los profesionales”. (página 19)
Albert Montagut

Albert Montagut inicia su andadura periodística ya de niño, sin ser periodista, denunciando en La Vanguardia la injusticia de un cine barcelonés: No le vendieron una entrada aún teniendo.
Ya licenciado trabajó en la sección de Deportes de un diario vespertino y popular ya desaparecido: Catalunya Exprés, CatEx.

2. “Los periódos de formación son más fructíferos en los diarios pequeños, de eso no hay duda”. (página 35)

Antonio Franco
Renunciaría a la primera llamada de Antonio Franco para unirse a El Periódico por considerar que allí tendría más limitaciones informativas.
Era la época de la Transición, un momento convulso pero interesantísimo desde el punto de vista periodístico que, en palabras de Montagut “seguí con los dientes largos desde Deportes”.

Después del servicio militar, que compaginó con su trabajo en Mundo Diario (CatEx echó la persiana) acabó incorporándose al El Periódico, un nuevo diario, entretenido y nacido al albur del éxito de Intervíu (Grupo Zeta). La cabecera, no obstante, fracasó en su objetivo de editar en Madrid y nunca alcanzó el prestigio de La Vanguardia.

El nuevo diario madrileño El País si conseguiría lanzar, posteriormente, una edición catalana. Fue una época, los ochenta, donde la prensa capitalina empezaba a tomar ventaja sobre la del Principado, que se ahogaba, poco a poco, en el provincialismo.
Albert Montagut, que desarrollaba su labor en la sección estrella del medio, Local (luego pasaría a Sucesos), destaca algunos hitos que alcanzó El Periódico, a saber: romper con la tradición de no publicar los lunes (sutituyéndose en toda España la célebre Hoja del Lunes y cambiando horarios, redacciones y filosofías) y lanzar algo de lo que luego acabaría abusándose, las promociones, en aquél entonces una toalla del Barça campeón de Copa.

El País, dirigido por Juan Luis Cebrián, alcanzó gran prestigio en poco tiempo convirtiéndose en una de las grandes cabeceras europeas. Se produjo un verdadero éxodo de profesionales de El Periódico a este diario, entre ellos, en el año ochenta y tres, el de Albert Montagut, donde pasó “los mejores años ” se su vida. Le acompañaría su amigo y mentor Antonio Franco como responsable de la edición catalana.
Desde el primer momento le llama la atención la obesión por la perfección de aquella redación: “básicamente no se podía cometer fallos”. La edición regional se integró perfectamente en la nacional, aunque nunca acabaron de despegar las ventas.

Sufren la presión nacionalista por vez primera con el Caso Banca Catalana: Pujol consiguío que la noticia lanzada por El País se tomara como un ataque político a Cataluña. Se produjo una gran presión sobre el diario, que quedó de algún modo dañado.

Y es a partir de estos momentos cuando se obesiona, atraído por la cultura anglosajona, con la idea de trabajar en los EE.UU., aprender inglés y la forma de hacer periodismo de los norteamericanos. Becado por el diario, inicia su periplo en Australia, le siguen los Ángeles, Washington y finalmente Nueva York, su sueño. Aprende inglés, pero no sólo, nunca dejó de enviar crónicas, buscar noticias, alimentar contactos, buscarse la vida en definitiva.
Prolongó su estancia en Norteamérica y en esta segunda etapa cubrió noticias de mucho más empaque: Se rodea de diplomáticos, obtienes credenciales de las Naciones Unidas, acreditaciones y hasta hace las fotografías, que fueron portada, del alcalde de la futura ciudad olímpica Pasqual Maragall.

3. “Desgraciadamente, en muchos diarios el corresponsal está controlado por la sección Internacional, cuando son las secciones de Sociedad, Cultura, Economía y Deportes donde a la larga se publicarán, o deberían publicarse, más noticias”. (página 207)

4. “Es labor del corresponsal navegar por el diario a su antojo publicando aquí y allá, coordinaándose con los subdirectores de información y los redactores jefe, pero no ciñéndose exclusivamente a la sección de Internacional. Ha de tener iniciativa propia y no deber esperar a que le pidan historias desde la redacción central”. (página 208)

Volvió a Barcelona, que por aquella época tampoco estaba huérfana de noticias: El atentado de Hipercor, el veraneo de los Príncipes de Gales en Mallorca, la detención del comando Barcelona, el atentado de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza (de la que hizo una crónica extensísima, de detalles, de auténtico reportero (“Juguetes sobre los destrozos”) que mereció una doble página).
Los contactos económicos entre Terra Lliure y La Crida, destapados por El País volvió a poner al diario en el punto de mira del nacionalismo, que recibió “fuertes presiones políticas”.

5. “Empezaba aquellos días un nuevo modelo de periodismo: el de investigación, aunque no hay mejor investigación que la que permite ir publicando informaciones sobre un tema día a día. La formación de equipos específicos dedicados a la búsqueda de grandes historias no suele dar los mejores resultados, jamás”. (página 167)

6. “Las grandes historias llegan a los diarios en formato de información, y cuando eso ocurre no hay mejor investigación que la de tener un equipo de reporteros ágil y con capacidad de publicación inmediata, segura y continuada”. (página 168)

7. “Investigar suele dar su fruto. No hay que perseguir ideas preconcebidas y sobre todo nunca hay que pensar en clave de titular antes de conocer una historia al completo” (página 175)

8. “Sólo desde la objetividad, la tranquilidad y el análisis se puede aspirar a encontrar la verdad de las cosas”. (página 175)

Unos años antes, en una rueda de prensa, conocería a su esposa. Con ella crearía la ANS, American News Service, una agencia para servir información americana a España; y lo hicieron con la vista puesta en el regreso a los EE.UU.

Carlos Mendo
Cebrián abandona la dirección de El País para hacerse cargo de la expansión del Grupo Prisa nombrando a Joaquín Estefanía nuevo Director. Franco deja también la dirección adjunta de El País y vueleve a El Periódico. Xavier Vidal Folch le sustituiría en la edición catalana.
Nuestro protagonista, una vez más, se sale con la suya y vuelve a cruzar el Océano, esta vez como corresponsal en Wasinghton. Su responsable allí sería Carlos Mendo del que aprendió mucho y con el que matuvo una relación personalísima y especial.

El anecdotario de su estapa estadounidense es amplio e interesante, y va desde las reuniones de los periodistas españoles en un hotel para ver desde allí los Óscar (cosa que a Montagut le parece un exceso, una comodidad) hasta la histórica visita de Gorbachov, pasando por los viajes siguiendo al Air Force One del presidente. Pero es la Guerra de Irak y sus consecuencias el principal hecho noticioso del momento. La llamada “lista B” le hizo desplazarse a la segunda ciudad del mundo con más iraquíes después de Bagdad, Detroit, y desde allí escribir una gran historia, un gran reportaje.

9. “La lista A (…) obedecía literalmente a los tópicos de la jornada, incluía los temas que seguramente iban a enviar los demás corresponsales, los temas claros, los fáciles, la agenda. La lista B eran las historias propias, las informaciones diferentes en cualquier ámbito”. (página 209)

En definitiva es ésta la etapa más fructífera del periodista, tanto personal como profesionalmente (en este sentido señala el día en que su medio, El País, se adelantó al Times para entrevistar al premio Nobel Octavio Paz, como un hecho histórico por significativo).
Todo cambia con la vuelta de Mendo a España y la llegada de Antonio Caño. El cambio es total, la relación con su nuevo jefe también, y precipita su regreso a España.

10. “(…) las dificultades nunca emanan de la información, las dificultades verdaderas, son los problemas de relción entre las personas que componen los equipos. La envidia o las ambiciones mal entendidas generan muchos roces o frustraciones(…). El día a día lo configuran los problemas, no la información, como debería ser”. (página 102)

Primero como asesor de prensa internacional del alcalde Maragall en los Juegos de Barcelona, experiencia que califica de “éxito” para la ciudad y para el Ayuntamiento. Aún sin medios consiguió establecer el llamado Barcelona Bulletin, un boletín informativo internacional para Embajadas, Consulados y Universidades que, a día de hoy, sigue editándose.

11. En los JJ.OO. “Trabajar al otro lado de la barrera para cualquier periodista es interesante y enriquecedor, siemrpe y cuando se cumplan dos requisitos: hacerlo por poco tiempo y no repetir la experiencia más que una sola vez”. (página 232)

Abandona El País (decisión que no duda en calificar de “error” en al menos tres ocasiones) para incorporarse como redactor jefe de Local en el Periódico. Se responsabiliza de la sección “Cosas de la Vida”, la más amplia en número de páginas y periodistas de un periódico en español y la estrella del diario.
Es aquí cuando idea el acrónimo BCN en sustitución de Barcelona que levanta ampollas en la redacción. Muchos de sus compañeros “nunca la utilizarán”. Y no lo harán, probablemente, como gesto de rechazo al nuevo redactor jefe de Local.

Pedro J. Ramírez
Es en este momento, cuando está buscando enmendar el error de su salida del diario de Prisa cuando recibe la llamada de Pedro J. para dirigir la edición catalna de El Mundo y ser director adjunto del diario a nivel nacional. A Franco, como a ninguno de su entorno, no le gustó la oferta de El Mundo, más “para un periodista catalán”.

12. “Ninguno de mis amigos y compañeros me dijeron que aceptara, muy al contrario, según algunos, si terminaba en El Mundo, una larga serie de catástrofes iban a cambiar mi vida,  la profesión me iba a arronconar, no tendría más ofertas en Cataluña, nadie me hablaría, mi familia se resentiría… Por todos ellos, por todos aquellos que me dijeron y me aconsejaron que no me podía ir a El Mundo, acepté la oferta”. (página 284)

“Ir a El Mundo fue un acierto en todos los sentidos y una experiencia increíble”, entre otras cosas gracias a la libertad y la pluralidad de opiniones con la que pudo contar y que le salvó de las críticas en Cataluña. De hecho la inauguración fue por todo lo alto y acudieron más de cinco mil personas, su antiguo director y Johan Cruyff entre ellas.
La única condición que impuso Montagut a Pedro J. fue hacer un diario “corrido”, es decir, evitar el llamado cuadernillo regional, una modalidad mucho más compleja, más difícil y que obligaba a colocar información en todas las páginas pero cuyo resultado merecía la pena.

13. “Los diarios nacionales no deben tener cuadernillos regionales. La información regional debe fundirse en todas y cada una de las secciones. Es un trabajo más duro y difícil, que requiere confianza desde la edición central , pero ayuda a definir el medio como algo más global, más estatal (…)”. (página 282)

14. “El periódico corrido te obliga a colocar informaciones en todas las páginas, de la primera a la última (…). Es un modelo complejo, pero acertado. Es un formato que da muchos más trabajo, que requiere una buena redacción con profesionales de primer nivel , pero que refuerza la idea de diario estatal. Es mucho más serio. Es mejor. Es el modelo. (…) El cuadernillo local da una apariencia de provincialimo lamentable”. (página 285)

Nunca tuvo problemas con su director (excepción hecha del asesinato de Ernest Lluch y la forma de enfocar la noticia), del que destaca su “fuerza arrolladora” y cómo sucumbía la gente a su endiablado ritmo de trabajo.
También entabló amistad con Alfonso Rojo (hoy enemigo acérrimo de Pedro J.) y el por aquél entonces director de la edición vasca del periódico Melchor Miralles.
En relación a las ventas, nunca se alcanzaron los ansiados treinta mil ejemplares (el techo quedó en veinte mil) pero el diario acabó siendo rentable al quinto año.

El vídeo de Pedro J. supuso un enorme revuelo en toda España, en Cataluña particularmente. Muchos periodistas catalanes no volvieron a hablarle por la defensa cerrada que Montagut hizo de su Director. Pedro J. fue “valiente” y acabó ganando el juicio.

En 1998 la world wide web lo revolucionaría todo y El Mundo se colocó, desde el primer momento, a la vanguardia de esta tecnología en España. Dos años después, elmundo.es narraba en directo el atentado que los GRAPO perpretaron contra la oficina del diario en Barcelona. Los terroristas “no consiguieron parar las rotativas”.

Y si en el 98 fue Internet, en el 2000 hicieron su aparición en España los diarios gratuitos, y todos tentaron a Monty (que así le llaman sus compañeros) para dirgir las ediciones españolas. Todas las rechazó –Barcelona y Más, Metro y 20 minutos-, aunque por diferentes motivos.

Franco le reclama de nuevo, esta vez para ser director adjunto y ayudar a parar la caída en ventas que, por aquel entonces, padecía El Periódico.
Se encontró con una redacción en su contra, sin autoestima, desmotivada, hiperpolitizada y desnortada.

15. “Mi tesis era que si Cataluña quería conservar el liderazgo en el siglo XXI, debía contar con medios de comunicación más críticos e independientes del poder político. Cataluña perdería aquel liderazgo  y en la primera década del siglo viviría el penoso y largo proceso de pérdida de autoridad moral que siempre le había sido reconocida en el resto de España”. (página 295)

16. “Puede que muchos crean que los diarios deben tomar partido, pero jamás deben olvidar la objetividad. Eso es lo más difícil”. (página 321)
Fe de errores, portada

Montagut tomó medidas, la principal, relanzar los reportajes.

17. “El título debe ser siempre la noticia, pero en los rteportajes, el título principal bien puede ser lo que más haya soreprendido, de ahí la importancia que tiene estar en todo, fijarse en todo y enterarse de todo, porque son los detalles los que en definitiva marcan la diferencia, y lo que permite que el título sea atractivo y no pase desapercibido para el  lector”. (página 55)

18. “Un reportaje diario por sección le da a culquier producto una imagen de dinamismo y una fuerza inmensa. Mueve a la agente. Tener a muchos reporteros haciendo reportajes es, además, la mejor forma de encontrar noticias. Mientras se está en la calle trabajando, uno se entera de lo que pasa y el diario se activa. El reflejo de esos reportajes en primera página es esencial”. (página 341)

19. “Durante años el reporterismo no se incentivó y ahora se pagan las consecuencias de diarios aburridos y excesivamente politizados”. (página 385)

Para el periodista barcelonés los reportajes suponen la piedra angular del periodismo, sobre ellos debería pivotar gran parte del diario. Además, a más historias propias, más diferentes entre sí serían los diarios.

Aplicó su teoría de Los seis elementos que ya llevó a cabo en El Mundo de Catalunya y que recogía todo lo que un diario, a ojos de Montagut, debería ofrecer:
(En cada sección el diario debería llevar) 1. Información (las noticias por sí mismas). 2. Reportajes. 3. Una buena fotonoticia. 4. Infografía o gráfico. 5. Opinión de analista. 6. Entrevista (aunque no todos los días).

También intentó aplicar, con poco éxito, lo que él denominaba El inforne Pentágono, que no era otra cosa que un proyecto de integración informativa en el que la red jugaría un papel clave (del Informe a Pedro J. un año antes: “verde para el papel, rojo para la web, azul para el vespertino y el naranja para los screens –pantallas-“).

Y en estas se produjo el macroatentado del 11-M y la llamada de Aznar a Franco señalándo a ETA como responsable.

20. “El sentido común, el olfato y una cierta dosis de riesgo te piden publicar, aunque siempre que exista una duda, una simple duda, hay que evitar la publicación. No hay que arriesgarse, otra vez será. Publicar no debe ser siempre la única alternativa”. (página 91)

En dos mil seis, en un diario gratuito, ADN, encuentra, por fin, lo que buscaba: “La idea de un diario unido a una serie de plataformas informativas fusionadas entre sí que diera servicio de noticias 24 horas y los 7 días de la semana”.
El grupo Planeta apuesta decididamente por el proyecto. Aquí sí pudo hacer el diario que siempre tuvo en la cabeza: a seis columnas (similar a los británicos), dando al diseño la importancia que merece, colores que identifican secciones (Pentágono), más cultural y tecnológico que político y dirigido a un público de cierto nivel cultural.
Última portada de ADN
ADN se convirtió en el primer diario de Europa con dos ediciones, ADN y ADN2 (en Madrid y Barcelona), aunque la segunda acabaría desaparecidno por problemas con el EGM.
La cabecera llegó a alcanzar los dos millones de ejemplares repartidos en toda España.

Y llegó la crisis (“Yo no había visto nada igual desde 1981”), que en nuestro país se unió a la periodística –consecuencia del exceso de politización de la profesión- y acabó por llevarse por delante a ADN el 23 de diciembre de 2011.

A modo de corolario, Montagut finaliza:

21. “Esta sociedad española que encara con ilusión el siglo XXI parece haber iniciado una etapa en la que la información es un elemento básico, pero en la que la Prensa es prescindible, lo que supone un acelerador en la caída hacia el abismo”.  (página 390)

22. “En estos momentos sólo hay un hecho que puede considerarse seguro: la información será de acceso gratuito (…) La opinión, el análisis y el reportaje sí emergen como las grandes diferencias. Estos géneros serán el incentivo de la información, pagaremos por ello si queremos tener inmediatez porque, pasadas unas horas, esas opiniones, análisis o reportajes flotarán libremente por internet, al alcance de todos”. (página 394)

3) Valoración fundamentada

Fe de errores resulta un libro interesante, sobre todo para el gremio. Un libro de periodistas para periodistas que, a través de una trayectoria vital describe un camino profesional.
La obra está salpicada constantemente de valoraciones, técnicas y consejos periodísticos sin desperdicio aunque, como digo, irrelevantes para el gran público.

Son tres las enseñanzas principales que, a nivel periodístico, se desprenden del libro y que extracto del correo electrónico (del que obtuve respuesta) que hice llegar al propio Montagut:

“Su apuesta por el reporterismo, su, permítame la expresión, obsesión con el idioma inglés y los EE.UU. y la propuesta rotunda por la información integral multiplataforma”.

En Montagut se descubre un profesional intelectualmente inquieto, alejado de las trincheras políticas del panorama periodístico español, un hombre cabal y, sobre todo, un enamorado de lo que hace. Y lo es hasta el punto de irradiar esa pasión en cada capítulo. Resulta maravillosamente contagioso.
En este sentido me permito, en el contacto que con él establecí, sugerirle que se prodigara “más en los medios, en tertulias, es necesario en nuestro país un perfil como el suyo, moderado, pragmático y alejado del sectarismo”. 

Maneja una pluma de estilo ágil, sin estridencias, que, aunque hace muy cómoda y agradable la lectura, alguien podría echar en falta un lenguaje algo más rico, algo más literario, menos aséptico.

Para tratarse de una biografía (así está catalogado el libro, aunque en puridad no lo sea) apenas hace referencias personales, llama la atención que nombre tan solo tres veces a su mujer –más siendo ella periodista también- en toda la obra.

La trayectoria del periodista resulta impecable y casi útopica para un profesional hoy en día: corresponsalías en los EE.UU., redactor jefe, director adjunto y finalmente director.

Última carta en ADN
En su última su última Carta del director en el desaparecido ADN, Albert Montagut no quiso abandonarse a la frustración. Cloncluye su misiva con estas palabras que dejan entrever la esperanza, ilusión y espíritu de lucha que caracteriza su carrera:

El periodismo es una profesión maravillosa pero muy, muy complicada, y con muchos contratiempos, algunos profundamente injustos, pero al final del túnel siempre está la luz de la vocación y el deseo de servir a la comunidad con honestidad y objetividad, la luz brillante del periodismo”.




jueves, 5 de enero de 2012

Fe de Errores

David Soriano Sanz                        PR13_MONTAGUT

Ficha técnica del libro:
               
Nombre: FE de ERRORES
Autor: Albert Montagut
Editorial: Temas de hoy
Primera edición: Enero de 2009
Género: Biografía
Nº de páginas: 478
ISBN: 978-84-8460-763-2

Argumento:

Albert Montagut es un universitario barcelonés. Durante el primer año de la carrera de periodismo empieza a trabajar en diario de su ciudad, "CataEx", que nacía en plena transición, y con él, una carrera profesional, la de Albert, que sólo seguiría una línea ascendente.

Empieza trabajando en la sección de deportes, pero pronto le llega una oferta de otro medo de comunicación catalán, “El Periódico”, y aunque continúa dedicándose a la sección deportiva, no le apasiona del todo y no duda cuando le ofrecen un cambio de aires dentro del periódico, sucesos sería su siguiente ámbito de trabajo.

Durante ese tiempo nace un monstruo de la comunicación, actual líder en ventas según datos de la OJD, y el deseo más anhelado por Albert es trabajar en él, cosa que conseguiría más adelante, "El País", y su edición catalana más concretamente, entraba en su vida.  Fueron los 9 años más felices de su vida, en sus propias palabras. “El País”, al igual que la carrera del autor, subiría como la espuma

Trabajando para este medio decide que iba a pelear por su sueño, trabajar en Estados Unidos, país que ya había visitado previamente, y hacer de su pasión su profesión. Consigue una beca de estudios para ir al extranjero a estudiar inglés y Australia, en primer lugar y Estados Unidos, más tarde, fueron sus destinos elegidos

Aquí, no sólo aprovecha para empaparse del idioma, sino que también ofrece al periódico numerosos artículos y crónicas de la actualidad de estos países, de las que publicarían la mayoría.

A su regreso a España, su máxima ambición es conseguir una corresponsalía en Nueva York, pero “El País” le ofreció como destino Washington, y su respuesta fue un sí rotundo: su sueño comenzaba.

Realizó allí un gran trabajo, junto a su compañero Mendo, organizando la información en dos listas, la A, en la que ponían los aspectos más protocolarios relacionados con la política y actualidad del país y la B, en la que informaban sobre cosas extraordinarias de la cultura y la vida en América

Pero su etapa en  “El País” termina y con ella su época de mayor satisfacción personal. Regresa a España, y trabaja para "El Periódico", como director de "El Mundo de Cataluña", en el que destaca el importante papel de su jefe Pedro J. Ramírez, como jefe de prensa del alcalde Maragall en los juegos olímpicos de Barcelona 92, de nuevo en “El Periódico” y finalmente, después de que no se le concediera una beca para ir a Harvard, otro de sus grandes sueños, el Grupo Planeta, en 2004, le ofrece la dirección de un diario gratuito de nueva creación: ADN, que empezaría a dirigir un año más tarde.

Albert no creía en el éxito de estos diarios, pues ya había decidido declinar ofertas de otros gratuitos como "20 minutos" o "Metro", pero con ADN fue diferente. En el diario es el jefe y el encargado de tomar las decisiones importantes en lo referente al trato a la información. Pronto subieron los lectores, síntoma de que las cosas se estaban haciendo bien, pero no terminaban de conseguir los objetivos que les pedían desde el grupo empresarial en cuanto a consumidores habituales del periódico.

Fue una época esta en la que dio mucha importancia a la red y a la “web” del medio, totalmente novedosas para los periódicos, que no supieron muy bien el principio cómo llevarla a cabo Albert la consideraba un soporte esencial para la buena marcha del gratuito. Consiguió buenas sinergias con el soporte digital y diseñó una buena redacción.

Valoración personal:

Albert Montagut nos presenta una excelente biografía cargada de periodismo, un ejemplo de cómo explicar tu vida por medio de tu trabajo. La redacción del libro es excepcional, engancha desde el primer momento y es ideal para un futuro periodista, por los consejos que hay en él, por la cantidad de experiencias que cuenta y por el excelente modelo a imitar que creo existe en la persona de Montagut. Fe de errores podría pasar también por un perfecto manual de un periodista novel.

Albert es un claro ejemplo de periodista modelo y un buen espejo donde mirarse, porque va dando pequeños pasos, desde el reporterismo en un periódico local consigue ser el director de un periódico con una gran tirada nacional, pasando por una corresponsalía en el extranjero

Una de las cosas que más me ha llamado la atención del libro es que el escritor da su opinión en todo momento y no tiene problema al mojarse en aspectos que podrían resultar un poco ásperos (pero siempre desde el respeto), como el conflicto de ETA, decisiones controvertidas de directores de periódicos, el diferente trato de la información según el medio, la política que pretende tener repercusión en los diarios y la carencia de reporterismo de la prensa española.

Lo que más me ha gustado del libro es sin duda, el espacio que dedica a su estancia en Estados Unidos. Se palpa fácilmente que fue una época muy feliz para él, y hace disfrutar al lector transmitiendo su amor por  esa cultura y contando todos los acontecimientos mágicos ocurridos en esas tierras

En definitiva, un libro modelo para cualquier estudiante de periodismo o principiante en la materia, al que seguro dotará de la ambición y el rigor necesarios para desarrollar esta profesión Albert Montagut, un periodista grandilocuente.

Citas interesantes:

-         Conseguir un puesto en un periódico es difícil, pero la verdad es que siempre hay jóvenes estudiantes que logran su objetivo. Una vez están dentro de una redacción, lo más complicado está por llegar: ser reportero. (Pág. 13)

-         Un éxito, en definitiva, porque obedecía ala mejor fórmula que pueda tener una columna ciudadana: información sin pretensiones, bien escrita y repleta de temas, comentarios y anécdotas de interés (Pág. 23)

-         El 1 de abril de aquel año entraría a formar parte del diario de mis sueños y donde pasaría los nueve mejores años de mi vida. (Pág. 72)

-         Aún hoy, después de tantos años, hay personas que fotografían el lugar donde asesinaron a aquel creador de sueños, el profeta de un mundo más justo, cuyas letras de sus canciones, que son el reflejo de nuestra cultura, han convertido a Lennon en un ser inmortal. (Pág. 113).

-         Una corresponsalía es un destino agradecido, porque no es uno de los más difíciles. Muy pocos saben que puede resultar más fácil y menos complejo que una sección de sucesos o judicial. (Pág. 205)

-         “¡Que pase el corresponsal de ‘El País’!”. Y ‘El País’ pasó por delante del ‘Times’ de Nueva York. (Pág. 233)

-         En este tipo de viajes descubres la grandeza de trabajar en Washington. Nueva Cork era otra cosa, más excitante, pero Washington tenía un peso informativo… especial. (Pág. 239)

-         La objetividad perdió la batalla y jamás se recuperaría. La Prensa española enfermó en aquel momento. (Pág. 279)

-         El tono y la atmósfera del encuentro, en el que él estuvo muy interesado en el proyecto catalán de ‘El Mundo’, cambió cuando en un desliz, me referí al presidente González con su nombre de pila: Felipe. (Pág. 305)


-         La imagen del periódico en Nueva Cork es alta. Muchos nos califican exageradamente de The New York Times del mundo hispano, son las personas ante las que hay que demostrar una gran humildad porque pretenden utilizar el periódico como un arma para conseguir metas que no pueden alcanzar por sí solos. (Pág. 404)