jueves, 5 de enero de 2012

Fe de Errores

David Soriano Sanz                        PR13_MONTAGUT

Ficha técnica del libro:
               
Nombre: FE de ERRORES
Autor: Albert Montagut
Editorial: Temas de hoy
Primera edición: Enero de 2009
Género: Biografía
Nº de páginas: 478
ISBN: 978-84-8460-763-2

Argumento:

Albert Montagut es un universitario barcelonés. Durante el primer año de la carrera de periodismo empieza a trabajar en diario de su ciudad, "CataEx", que nacía en plena transición, y con él, una carrera profesional, la de Albert, que sólo seguiría una línea ascendente.

Empieza trabajando en la sección de deportes, pero pronto le llega una oferta de otro medo de comunicación catalán, “El Periódico”, y aunque continúa dedicándose a la sección deportiva, no le apasiona del todo y no duda cuando le ofrecen un cambio de aires dentro del periódico, sucesos sería su siguiente ámbito de trabajo.

Durante ese tiempo nace un monstruo de la comunicación, actual líder en ventas según datos de la OJD, y el deseo más anhelado por Albert es trabajar en él, cosa que conseguiría más adelante, "El País", y su edición catalana más concretamente, entraba en su vida.  Fueron los 9 años más felices de su vida, en sus propias palabras. “El País”, al igual que la carrera del autor, subiría como la espuma

Trabajando para este medio decide que iba a pelear por su sueño, trabajar en Estados Unidos, país que ya había visitado previamente, y hacer de su pasión su profesión. Consigue una beca de estudios para ir al extranjero a estudiar inglés y Australia, en primer lugar y Estados Unidos, más tarde, fueron sus destinos elegidos

Aquí, no sólo aprovecha para empaparse del idioma, sino que también ofrece al periódico numerosos artículos y crónicas de la actualidad de estos países, de las que publicarían la mayoría.

A su regreso a España, su máxima ambición es conseguir una corresponsalía en Nueva York, pero “El País” le ofreció como destino Washington, y su respuesta fue un sí rotundo: su sueño comenzaba.

Realizó allí un gran trabajo, junto a su compañero Mendo, organizando la información en dos listas, la A, en la que ponían los aspectos más protocolarios relacionados con la política y actualidad del país y la B, en la que informaban sobre cosas extraordinarias de la cultura y la vida en América

Pero su etapa en  “El País” termina y con ella su época de mayor satisfacción personal. Regresa a España, y trabaja para "El Periódico", como director de "El Mundo de Cataluña", en el que destaca el importante papel de su jefe Pedro J. Ramírez, como jefe de prensa del alcalde Maragall en los juegos olímpicos de Barcelona 92, de nuevo en “El Periódico” y finalmente, después de que no se le concediera una beca para ir a Harvard, otro de sus grandes sueños, el Grupo Planeta, en 2004, le ofrece la dirección de un diario gratuito de nueva creación: ADN, que empezaría a dirigir un año más tarde.

Albert no creía en el éxito de estos diarios, pues ya había decidido declinar ofertas de otros gratuitos como "20 minutos" o "Metro", pero con ADN fue diferente. En el diario es el jefe y el encargado de tomar las decisiones importantes en lo referente al trato a la información. Pronto subieron los lectores, síntoma de que las cosas se estaban haciendo bien, pero no terminaban de conseguir los objetivos que les pedían desde el grupo empresarial en cuanto a consumidores habituales del periódico.

Fue una época esta en la que dio mucha importancia a la red y a la “web” del medio, totalmente novedosas para los periódicos, que no supieron muy bien el principio cómo llevarla a cabo Albert la consideraba un soporte esencial para la buena marcha del gratuito. Consiguió buenas sinergias con el soporte digital y diseñó una buena redacción.

Valoración personal:

Albert Montagut nos presenta una excelente biografía cargada de periodismo, un ejemplo de cómo explicar tu vida por medio de tu trabajo. La redacción del libro es excepcional, engancha desde el primer momento y es ideal para un futuro periodista, por los consejos que hay en él, por la cantidad de experiencias que cuenta y por el excelente modelo a imitar que creo existe en la persona de Montagut. Fe de errores podría pasar también por un perfecto manual de un periodista novel.

Albert es un claro ejemplo de periodista modelo y un buen espejo donde mirarse, porque va dando pequeños pasos, desde el reporterismo en un periódico local consigue ser el director de un periódico con una gran tirada nacional, pasando por una corresponsalía en el extranjero

Una de las cosas que más me ha llamado la atención del libro es que el escritor da su opinión en todo momento y no tiene problema al mojarse en aspectos que podrían resultar un poco ásperos (pero siempre desde el respeto), como el conflicto de ETA, decisiones controvertidas de directores de periódicos, el diferente trato de la información según el medio, la política que pretende tener repercusión en los diarios y la carencia de reporterismo de la prensa española.

Lo que más me ha gustado del libro es sin duda, el espacio que dedica a su estancia en Estados Unidos. Se palpa fácilmente que fue una época muy feliz para él, y hace disfrutar al lector transmitiendo su amor por  esa cultura y contando todos los acontecimientos mágicos ocurridos en esas tierras

En definitiva, un libro modelo para cualquier estudiante de periodismo o principiante en la materia, al que seguro dotará de la ambición y el rigor necesarios para desarrollar esta profesión Albert Montagut, un periodista grandilocuente.

Citas interesantes:

-         Conseguir un puesto en un periódico es difícil, pero la verdad es que siempre hay jóvenes estudiantes que logran su objetivo. Una vez están dentro de una redacción, lo más complicado está por llegar: ser reportero. (Pág. 13)

-         Un éxito, en definitiva, porque obedecía ala mejor fórmula que pueda tener una columna ciudadana: información sin pretensiones, bien escrita y repleta de temas, comentarios y anécdotas de interés (Pág. 23)

-         El 1 de abril de aquel año entraría a formar parte del diario de mis sueños y donde pasaría los nueve mejores años de mi vida. (Pág. 72)

-         Aún hoy, después de tantos años, hay personas que fotografían el lugar donde asesinaron a aquel creador de sueños, el profeta de un mundo más justo, cuyas letras de sus canciones, que son el reflejo de nuestra cultura, han convertido a Lennon en un ser inmortal. (Pág. 113).

-         Una corresponsalía es un destino agradecido, porque no es uno de los más difíciles. Muy pocos saben que puede resultar más fácil y menos complejo que una sección de sucesos o judicial. (Pág. 205)

-         “¡Que pase el corresponsal de ‘El País’!”. Y ‘El País’ pasó por delante del ‘Times’ de Nueva York. (Pág. 233)

-         En este tipo de viajes descubres la grandeza de trabajar en Washington. Nueva Cork era otra cosa, más excitante, pero Washington tenía un peso informativo… especial. (Pág. 239)

-         La objetividad perdió la batalla y jamás se recuperaría. La Prensa española enfermó en aquel momento. (Pág. 279)

-         El tono y la atmósfera del encuentro, en el que él estuvo muy interesado en el proyecto catalán de ‘El Mundo’, cambió cuando en un desliz, me referí al presidente González con su nombre de pila: Felipe. (Pág. 305)


-         La imagen del periódico en Nueva Cork es alta. Muchos nos califican exageradamente de The New York Times del mundo hispano, son las personas ante las que hay que demostrar una gran humildad porque pretenden utilizar el periódico como un arma para conseguir metas que no pueden alcanzar por sí solos. (Pág. 404)

No hay comentarios:

Publicar un comentario