Con el intento de golpe de Estado de Tejero, El País, da un giro a la maquetación de su primera página. Por primera vez, una fotografía resta protagonismo al texto. Ese día, el diario hace un guiño al malogrado cliché del sensacionalismo.
No faltaron las excepciones ante la magnitud del acontecimiento. El País publica hasta siete ediciones especiales durante la madrugada del 24 de febrero de 1981. El tamaño del titular de tres líneas, a cinco columnas y subrayado, es el elemento más destacable de la primera edición. En la segunda, y posteriores, la fotografía abarca más de media página, convirtiéndose así en la mejor transmisora de información para lectores.El diario reaccionó cambiando los cánones establecidos en la prensa tradicional. Sin embargo, no sirvió como precedente para seguir en esa línea de estilo gráfico. En portadas posteriores desecharon la posibilidad de seguir utilizando fotografías tan amplias.
Llegada del color
Siguiendo la evolución a través otras portadas reseñables, se puede encontrar un paralelismo, en cuanto a innovación, en la edición especial publicada durante los atentados del 11 de septiembre. Se vuelve a dar un vuelco a la tradición. Esta vez a la que impone el blanco y negro para los diarios de rigor.
El País se decanta por el cambio en momentos históricos, y en la noche del 23-F la excepción marcaba la regla.
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